«Has llenado mi copa a rebosar».
Sal 23.5
David dijo: «Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tu estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta. Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos.
Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar» (v. 4-5).
Nota que Dios no prometió que no tendrías que lidiar con la muerte, o el miedo, o la maldad, o los enemigos.
Él simplemente dijo que, a pesar de todo eso y a veces en medio de ello, tu copa todavía se desbordará con su bendición.
La próxima vez que te sirvas una taza de té o café y se desborde en el platito, significa que esta llena «a rebosar» y tienes un «excedente». Nuestro Dios es un Dios de excedentes.
Pablo escribe: «Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten.
Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros»
(2 Co 9.8 NTV).
Él te satura con alegría y paz «para que [reboses] de esperanza por el poder del Espíritu Santo» (Ro 15.13).
Te concede un excedente de alegría; provoca que te «[alegres] con un gozo indescriptible y glorioso» (1 P 1.8). También te provee un excedente de paz; te otorga «la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento» (Fil 4.7).
Así que cuando te esté dando trabajo llegar a fin de mes, o le temas al futuro, mirate en el espejo y di: «Dios es mi fuente; tengo más que suficiente, mi copa rebosa.
Y no lo hagas solamente en momentos de necesidad o crisis; conviertelo en un hábito que practiques todos los días.
«Yo sé bien que tú lo puedes todo».

RADIO MÁS VIDA SITIO OFICIAL!