«Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar».
Stg 1.19
APRENDE A ESCUCHAR
Para establecer buenas relaciones, tienes que convertirte en un buen oyente. Y para ser un buen oyente, tienes que hacer lo siguiente:
(1) Escucha sin interrumpir. Y hazlo, aunque sepas más que la persona que te está hablando! Respétalos lo suficiente como para valorar lo que dicen y escúchalos atentamente hasta que terminen.
(2) Trata de entender sus puntos de vista, sentimientos, pensamientos y necesidades. En otras palabras, escucha para entender. En lugar de suponer, pregunta cortésmente: «¿Estoy entendiendo bien lo que dices? ¿Quieres decir que…? ¿Sientes que…?». No supongas, verifica.
(3) Evita llegar a conclusiones apresuradas. Escucha sin juzgar. Si lo que dicen no «cuadra», sigue escuchando.
«Es necio y vergonzoso responder antes de escuchar»(Pr 18.13).
Cuando escuches mas, tal vez tenga sentido.
(4) Evita poner a otros a la defensiva. Escucha sin corregir, argumentar ni subestimar. Responder: «No fue así», o «¿Qué esperabas?», o «Estás demasiado sensible, fue una tontería» mata la comunicación.
(5) Acepta sus percepciones y sentimientos como las expresiones válidas de alguien que valoras. Responde: «Si te estoy entendiendo bien, estás pensando… sintiendo…¿estoy bien?». Pídeles que te ayuden a estar en la misma página que ellos.
Decir: «Por lo que me has dicho, entiendo por qué te sientes así» aumentará la disposición de la otra persona para considerar tus pensamientos y aceptar las soluciones que le ofreces.
Si quieres ganarte a la gente , aprende a escuchar.
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