Mientras la Fórmula 1 vive una de sus definiciones más apasionantes de los últimos años -hay que retroceder a 2021 para encontrar un final de temporada que despertara tanta expectativa-, Franco Colapinto vive días complejos en Alpine. Es que el auto número 43, como se vio en el circuito Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México, se arrastra sobre el asfalto y apenas puede aspirar a competir con el otro coche de la escudería, el 10 de Pierre Gasly, que también se arrastra. En ese contexto adverso y sin margen de error, el argentino espera con ansiedad el guiño de la escudería francesa para seguir otro año en la elite del automovilismo mundial. ¿Se dará en la previa del Gran Premio de San Pablo?

Lo concreto, a la espera de novedades, es que en Alpine hay un consenso. Los autos no van para atrás ni para adelante, los pilotos hacen lo humanamente posible para llevarlos hasta la bandera a cuadros cada fin de semana que corren y el escenario no se modificará en lo que queda de 2025.
«Hubo un par de estrategias que evaluamos y ésta no era realmente la que apuntábamos inicialmente. Así que sólo necesito revisarlo con el equipo para entender por qué. Al final simplemente somos demasiado lentos. Logré hacer una buena salida, adelanté a dos o tres coches. En cinco o seis vueltas me pasaron y luego estamos solos atrás», sostuvo un Gasly visiblemente golpeado por la realidad después de una segunda mitad del año en la que viene siendo superado por Colapinto.
Franco Colapinto, sobre un Alpine que no rinde, en México. Foto EFE
Y siguió con su análisis: «Me pregunto cómo logramos pelear con algunos de los coches antes en el año. Ves a (Oliver) Bearman cuarto. En algún momento de este año pude mostrar mi nariz allí arriba. En este momento está muy lejos de eso. Creo que sólo tenemos que aguantar otros cuatro fines de semana y luego nos enfocaremos en algo un poco más alentador para nosotros, porque debo decir que en este momento es simplemente doloroso».
Colapinto sostuvo en la misma sintonía: «No hay mucho más que rescatar, pero estoy seguro de que analizaremos todo y aprenderemos algo de esto”. El argentino sólo se puede aferrar a lo que hizo después de pasar por boxes, cuando calzó los neumáticos rojos y pudo recuperar toda la ventaja que le había sacado Gasly, que terminó 15°, apenas un puñado de milésimas delante de Colapinto, quien tendría que haberlo sobrepasado de no ser por el inoportuno ingreso del Virtual Safety Car luego del despiste del Williams del español Carlos Sainz a cuatro giros del final.
Lo positivo, a esta altura de la temporada, es que el equipo ya se hace cargo de que no tiene que exigirles mucho más a los pilotos. “Sabíamos que sería una tarde difícil y así fue en México. Hay que reconocer el mérito de Pierre y Franco por darlo todo en una situación complicada, donde el coche era difícil de pilotar y con poco que luchar en la pista”, sostuvo Steve Nielsen, director del equipo, a la hora de trazar un balance sobre lo hecho en el Hermanos Rodríguez.
Steve Nielsen, jefe de equipo de Alpine. Foto Alpine
En ese sentido, Nielsen explicó el porqué de las diferentes estrategias que adoptaron durante la carrera. «Nos adaptamos a mitad de carrera y nos arriesgamos con Pierre al cambiar al compuesto blando mucho antes de lo óptimo, tras ver que otros coches hacían que el neumático durara más de lo previsto. En ese momento, sabíamos que Franco con los duros aguantaría más tiempo y que ambos coches acabarían convergiendo hacia el final de la carrera”, admitió el ingeniero británico.
No se equivocaron. Colapinto, mucho más sobrado con los neumáticos de compuesto blando, se aprestaba a sobrepasar a Gasly en las vueltas finales de no ser por la intervención de la FIA -primero con banderas azules para que dejara pasar a Bearman y Oscar Piastri- y más tarde con ese auto de seguridad virtual que evitó todo tipo de confrontación. Es por eso que surgió la duda. ¿Qué habría pasado si nada de eso sucedía? ¿Llegaría la orden del equipo de mantener posiciones?
“Con los primeros clasificados pasando con banderas azules, gestionamos ambos coches con igual cuidado para no interferir con los que nos doblaban, dándoles al mismo tiempo la oportunidad de al menos competir por la posición sin correr riesgos innecesarios. Ha sido un fin de semana difícil para el equipo. Enhorabuena a todos en la pista y en la fábrica por su continuo esfuerzo. Nos reagruparemos la semana que viene antes de San Pablo”, concluyó Nielsen.
La temporada seguirá del 7 al 9 de noviembre con el Gran Premio de San Pablo, en Brasil, donde volverá a haber carrera Sprint. Allí se espera que Colapinto siga luchando contra su propio auto, aunque con la esperanza de que la renovación con Alpine, con un auto más competitivo para 2026, sea una certeza.
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