«Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.»
Lucas 9:62
Jesús nos enseña aquí un principio fundamental del Reino de Dios:
No mirar atrás.
El llamado de Cristo no es simplemente a comenzar, sino a perseverar. El Reino requiere enfoque, constancia y fidelidad.
El simbolismo del arado
En la agricultura, antes de sembrar, el agricultor debe arar la tierra: abrir surcos, remover el suelo y ablandarlo.
Esto prepara el terreno para que la semilla germine, el agua penetre y las raíces se desarrollen con fuerza.
Pero para que el surco sea recto, el labrador debe mirar hacia adelante. Si mira hacia atrás, pierde la línea y el terreno se vuelve torcido.
Mirar atrás es perder el enfoque.
Mirar atrás es desviar el propósito.
De la misma manera, quien decide seguir a Cristo debe avanzar con la mirada firme en Él.
No se puede seguir al Señor con el corazón dividido entre el pasado y el presente.
«…Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe…»
Hebreos 12:1-2
Dejar atrás lo que quedó ya atrás
Cuando ponemos la mano en el arado espiritual es decir, cuando decidimos seguir a Cristo, debemos dejar atrás el pasado:
•los errores,
•las heridas,
•los fracasos,
•y también los viejos hábitos que nos alejaban de Dios.
Jesús nos llama a una vida nueva, y eso implica no volver atrás.
«…Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta…»
Filipenses 3:13-14
Así lo vivió el apóstol Pablo. Antes perseguía a la iglesia, pero una vez que conoció a Cristo, ya no volvió atrás.
Lo mismo hizo la esposa de Lot en Génesis 19: ella miró atrás y se convirtió en estatua de sal.
Su mirada nostálgica hacia el pasado le impidió avanzar hacia la salvación.
Jesús nos advierte:
«Acordaos de la mujer de Lot.» ( Lucas 17:32)
Porque mirar atrás es poner el corazón de donde Dios ya te sacó.
PERSEVERA CON FE
Tal vez hoy te sientas cansado, confundido o tentado a volver a viejas costumbres…
Pero el Señor te recuerda:
«Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.»
Isaías 41:13
Dios te sostiene mientras arás tu tierra. Él fortalece tus manos y endereza tus pasos.
Solo te pide una cosa:
•No quites tu mano del arado.
•No te distraigas mirando hacia atrás ni a los costados.
Mira a Jesús y sigue adelante.
REFLEXIÓN
1. ¿Qué cosas del pasado siguen intentando distraerme o detenerme en mi caminar con Dios?
2. ¿Estoy manteniendo mi mirada fija en Jesús o me estoy dejando llevar por la nostalgia, el miedo o la duda?
3. ¿Qué áreas de mi vida necesitan ser “aradas” para que la semilla del Reino crezca con fuerza?
ORACIÓN DEL DÍA
Señor Jesús, hoy reafirmo mi decisión de seguirte con todo mi corazón.
Ayúdame a no mirar atrás, a soltar el pasado y a mantener mi mirada puesta en Ti.
Dame la fuerza para perseverar, incluso cuando el camino parezca difícil.
Endereza mis pasos, limpia mi corazón y hazme fiel a Tu llamado.
Quiero avanzar hacia la meta que has puesto delante de mí.
Amén.
«Mas el justo vivirá por la fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma.»
Hebreos 10:38
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